INFLAMACIÓN CRÓNICA DE BAJO GRADO o METAINFLAMACIÓN

La inflamación, una respuesta natural del sistema inmune ante diversos estímulos, es crucial para proteger al cuerpo contra daños físicos, químicos, biológicos e incluso factores emocionales y mentales. Sin embargo, cuando esta respuesta se prolonga y se vuelve crónica, puede convertirse en un verdadero enemigo para la salud.

La inflamación crónica de bajo grado (ICBG) es una forma anómala de inflamación que se caracteriza por niveles persistentemente elevados de mediadores proinflamatorios y células inmunitarias circulantes. Aunque no produce alteraciones estructurales o funcionales visibles en los órganos afectados a simple vista, su impacto en la salud es significativo.

Esta condición inflamatoria crónica se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar una serie de enfermedades graves, incluyendo enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes, enfermedades autoinmunes, depresión y enfermedades neurodegenerativas. La relación entre la ICBG y estas enfermedades sugiere que la inflamación crónica puede ser un factor desencadenante o contribuyente en su desarrollo.

Recientemente, se ha desarrollado un índice innovador llamado índice de inmunidad-inflamación sistémica (IIS), que utiliza las tres líneas celulares principales (linfocitos, neutrófilos y plaquetas) para evaluar el desequilibrio de la inmunidad y la inflamación en diferentes contextos clínicos. Este índice se ha asociado con un pronóstico desfavorable en pacientes con varios tipos de cáncer, así como con un mayor riesgo de enfermedades crónicas en personas obesas y fumadoras.

En resumen, la inflamación crónica de bajo grado es un fenómeno complejo que puede tener graves consecuencias para la salud si no se controla adecuadamente. Comprender sus mecanismos subyacentes y desarrollar nuevas estrategias de prevención y tratamiento es crucial para abordar este problema creciente y proteger la salud pública a largo plazo.

2024-02-12T08:15:12+00:00