ALIMENTACIÓN

Un drama, y una situación mucho más frecuente de lo que nos imaginamos.

Engloban las siguientes situaciones: anorexia, bulimia, Trastorno alimentario compulsivo o por atracón, trastorno de rumiación, trastorno por evitación o restricción de la ingesta o incluso la ortorexia

                     

Y todas tienen en común un trastorno de la autopercepción y distorsión de la imagen corporal, con conductas de restricción, atracones y purgas, rodeadas muchas veces de culpabilidad, insatisfacción, ansiedad y depresión, que suelen asociar bajada de peso.A escala mundial el número de casos de TCA se ha duplicado en la última década y ha pasado de 3,4% de la población a 7,8%.

En el origen de estas enfermedades están implicados factores biológicos, sociales y psicológicos; entre ellos ocupan un lugar importante los conflictos que rodean la infancia y adolescencia, pero hay que tener especial cuidado a la detección de casos potenciales cuando realizamos consejos nutricionales, ya que muchos casos están sin diagnosticar, o incluso, como me dicen muchas pacientes (la mayoría suelen ser mujeres), lo llevan a escondidas y nadie de su entorno ni familia son conocedoras del problema. Y por desgracia, veo muchos casos de reagudizaciones en pacientes que han venido a mi consulta tras seguir recomendaciones nutricionales para algún problema digestivo en el que no se les ha tenido en cuenta su historia personal y alimentaria. 

En mis consultas siempre lo tenemos en cuenta y tengo la suerte de contar en mi equipo con algunas de las mejores nutricionistas, que no sólo realizan de forma exquisita su asesoramiento nutricional, sino que además están bien preparadas, formadas y sensibilizadas para detectar esta problemática.









Fácil de decir, por qué poco lo tenemos en cuenta, y no sólo los pacientes, sino los propios médicos y profesionales sanitarios que no hemos integrado la importancia y relevancia de esta frase. A mí me ha costado varios años. 

Me he pasado mucho tiempo pensando que la alimentación era simple fuente de energía y de placer, pero he tenido que formarme en múltiples cursos y algún máster que otro, para comprender lo que empecé a ver en mi consulta, y es que haciendo ciertos cambios en la alimentación de mis pacientes, podía evitar mucha medicación hasta entonces para mí imprescindible en el abordaje de tantas patologías hiper frecuentes (pirosis o acidez, indigestión, inflamación intestinal, cefaleas, migrañas, astenia, dolores articulares, catarros, etc). 

Por éso, cuando sigo escuchando a mis pacientes que sus otros médicos les han dicho: “sí, sí, siga comiendo lo de siempre”, les digo q no desesperen, que es simple ignorancia, que los médicos no tenemos ni idea de nutrición y que la formación académica está más que obsoleta en los conocimientos más actualizados como la nutrición antiinflamatoria, la dieta cetogénica o el ayuno intermitente por ejemplo. 

Por lo que mucha atención en manos de quién ponéis vuestra fé a la hora de asesorarnos en cuanto a alimentación.

Hoy por hoy, el abordaje de la alimentación es fundamental en mis consultas. No podría entender un abordaje terapéutico adecuado sin el apoyo de un buen nutricionista.

Cómo cambiaría la historia si tuviéramos no sólo un médico de cabecera, sino un nutricionista de cabecera, que no solo nos pudiera explicar las diferencias entre la dieta ceto, dieta low carb, paleo, macrobiótica, vegetariana, vegana, antiinflamatoria, ayuno intermitente … es para volverse locos, sino también ayudarnos a encontrar el camino en la nutrición. 

A mí no me gusta hablar de dietas a mis pacientes. Generan baja adherencia a largo plazo, mucha expectativa y búsqueda del efecto flash o de la pócima mágica. 











Fácil de decir, por qué poco lo tenemos en cuenta, y no sólo los pacientes, sino los propios médicos y profesionales sanitarios que no hemos integrado la importancia y relevancia de esta frase. A mí me ha costado varios años. 

Me he pasado mucho tiempo pensando que la alimentación era simple fuente de energía y de placer, pero he tenido que formarme en múltiples cursos y algún máster que otro, para comprender lo que empecé a ver en mi consulta, y es que haciendo ciertos cambios en la alimentación de mis pacientes, podía evitar mucha medicación hasta entonces para mí imprescindible en el abordaje de tantas patologías hiper frecuentes (pirosis o acidez, indigestión, inflamación intestinal, cefaleas, migrañas, astenia, dolores articulares, catarros, etc). 

Por éso, cuando sigo escuchando a mis pacientes que sus otros médicos les han dicho: “sí, sí, siga comiendo lo de siempre”, les digo q no desesperen, que es simple ignorancia, que los médicos no tenemos ni idea de nutrición y que la formación académica está más que obsoleta en los conocimientos más actualizados como la nutrición antiinflamatoria, la dieta cetogénica o el ayuno intermitente por ejemplo. 

Por lo que mucha atención en manos de quién ponéis vuestra fé a la hora de asesorarnos en cuanto a alimentación.

Hoy por hoy, el abordaje de la alimentación es fundamental en mis consultas. No podría entender un abordaje terapéutico adecuado sin el apoyo de un buen nutricionista.

Cómo cambiaría la historia si tuviéramos no sólo un médico de cabecera, sino un nutricionista de cabecera, que no solo nos pudiera explicar las diferencias entre la dieta ceto, dieta low carb, paleo, macrobiótica, vegetariana, vegana, antiinflamatoria, ayuno intermitente … es para volverse locos, sino también ayudarnos a encontrar el camino en la nutrición. 

A mí no me gusta hablar de dietas a mis pacientes. Generan baja adherencia a largo plazo, mucha expectativa y búsqueda del efecto flash o de la pócima mágica. 

2022-11-24T11:52:00+00:00